20 de febrero. Día Mundial de la Justicia Social
El 20 de febrero de cada año se celebrará el Día Mundial de la Justicia Social. Esta Declaración surge en un momento político crucial, que refleja el amplio consenso acerca de la necesidad de una fuerte dimensión social en la globalización, que permita conseguir mejores resultados y que estos se repartan de manera más equitativa entre todos. La Declaración constituye una brújula para la promoción de una globalización equitativa basada en el Trabajo Decente, así como una herramienta práctica para acelerar el progreso en la aplicación de la Agenda de Trabajo Decente a nivel de país. Asimismo, refleja una perspectiva productiva que destaca la importancia de las empresas sostenibles para la creación de más empleo y oportunidades de ingresos para todos.
La Asamblea General reconoce que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que, a su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Reconoce además que la globalización y la interdependencia están abriendo nuevas oportunidades mediante el comercio, las corrientes de inversión y capital y los adelantos de la tecnología, incluida la tecnología de la información, para el crecimiento de la economía mundial y el desarrollo y la mejora del nivel de vida en todo el mundo, al mismo tiempo que persisten problemas graves, como agudas crisis financieras, inseguridad, pobreza, exclusión y desigualdad, en el seno de las sociedades y entre unas y otras, y grandes obstáculos para que haya una
mayor integración y una participación plena de los países en desarrollo y de algunos países de economía en transición en la economía mundial.
Al iniciar el año 2021 se hace un llamamiento a la justicia social en la economía digital con el objetivo de transformar el panorama laboral. Durante la última década, la expansión de la conectividad de banda ancha, la nube informática y los datos han llevado a la proliferación de plataformas digitales, que han penetrado en varios sectores de la economía y la sociedad. Desde principios de 2020, las consecuencias de la pandemia por COVID-19 han propiciado acuerdos de trabajo a distancia y han permitido que la actividad de muchas empresas pueda seguir adelante, reforzando aún más el crecimiento y el impacto de la economía digital.
Cuba no está al margen de dichas transformaciones, desde los inicios de la aparición de los primeros casos de Covid 19 en la isla en marzo de 2020, la máxima dirección del país adoptó una serie de medidas en relación al trabajo a distancia para enfrentar el contagio de esta enfermedad en la población, tal es el caso que hoy, con el nuevo rebrote de la Pandemia resulta necesario mantener en la mayoría de las entidades laborales la modalidad de trabajo virtual a distancia, convirtiéndose en una herramienta más eficaz y productiva para que la economía de un país subdesarrollado como el nuestro no decaía en una crisis interna, difícil de levantar.
Colaboración: Lic. Dianisel Ballester Garrido