Jóvenes de las Ciencias Médicas de Holguín, de Cuba, que permanecen en la primera línea de combate en la lucha por eliminar un virus que se ha llevado miles de vidas en el mundo.
Éstas imágenes van más allá de rostros protegidos por mascarillas, nasobucos y trajes, no se trata de una proeza, ni un reconocimiento especial por hacer lo que nos toca en éstos tiempos difíciles de pandemia. No son más que los jóvenes de las Ciencias Médicas de Holguín, de Cuba, que permanecen en la primera línea de combate en la lucha por eliminar un virus que se ha llevado miles de vidas en el mundo. Son jóvenes de carne y hueso, de sueños, con la responsabilidad de no abandonar ni por un segundo su proceso docente, muchos de ellos, se preparan para su exámen final y aún así han dado su paso al frente para apoyar al personal de la salud de otras provincias del país en esta batalla por la vida. Son jóvenes que han tenido que dejar atrás sus seres queridos en casa, sin importar los días ni las horas que pasen sin verlos. Son jóvenes que están presente en el día a día del vecino, del compañero, del anciano, del niño que desde su balcón los saluda con cariño porque los sienten parte de esa gran familia, de esa comunidad en la que caminan día por día con la esperanza de lograr que Cuba esté libre de COVID 19. Si ésta es la Cuba cuestionada por quiénes a diario optan por tapar el sol con un dedo y prefieren desacreditar lo grande de esta isla, entonces no renunciaremos en mostrar lo que somos y lo que defenderemos al precio que sea necesario. Ésta es mi Cuba, la de los hombres valientes de Patria o Muerte.
