Universidad de Ciencias Médicas de Holguín

Candidatos vacunales Soberana 02 y Abdala iniciarán en marzo fase III de ensayos clínicos.

Soberana 02 y Abdala, comenzarán en este mes de marzo los ensayos clínicos en fase III, luego de que ambos inmunógenos demostraran su seguridad sin eventos adversos significativos durante los primeros estudios en personas voluntarias. El presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez, informó que se han aplicado miles de dosis durante las fases I y II, en las cuales se demostró una potente respuesta inmunológica.

El ingeniero Jorge Luis Vega, director de producción del CIGB, recalcó que la seguridad de ambos inmunógenos está demostrada, y añadió que “luego se comprueba la inmunogenicidad, o sea, la respuesta de un número controlado de individuos, y posteriormente la eficacia que se demuestra sobre el terreno con más personas”.

“En el caso de Abdala, todos los individuos indujeron anticuerpos específicos a la proteína con la que se inmunizaron, los cuales fueron capaces de neutralizar el efecto del virus sobre las células”, puntualizó y añadió que los científicos cubanos han tratado de desarrollar una vacuna preventiva en menos de ocho meses cuando investigarla requiere entre 10 y 15 años.

Mientras recorría una de las plantas del CIGB donde en estos momentos se produce el antígeno –a través de células de levadura– del candidato vacunal Abdala, Jorge Luis Vega resumió el proceso de producción del inmunógeno:“El primer paso es la propagación celular, donde se hace el descongelamiento de la célula de levadura, y luego se somete a un proceso de propagación en pequeño volumen para después entrar a la fase de inoculación en el reactor a escala industrial y, posteriormente, pasar a un proceso de purificación para que el producto tenga las características de calidad. De aquí sale el principio activo para que la industria terminadora -Laboratorios Aica- haga el proceso de formulación y llenado de los bulbos”.

Cuando se concluya la fase III de los ensayos clínicos se realiza un proceso de evaluación en el cual se aprueba el registro sanitario del producto. Al final se emite un veredicto si el producto está apto para ser comercializado en Cuba y, eventualmente, en el exterior.En la fase III de los ensayos clínicos de Soberana 02, se inmunizarán 44 000 personas, para lo cual se ha liberado todo el producto necesario en el estudio.

Además del ensayo clínico fase III, se realizará otro estudio de intervención que “posiblemente llegue a más de un millón de individuos”. Ambos –aclaró– se realizan para comprobar la eficacia respecto a la enfermedad.

En este momento estamos comenzando a producir los primeros dos millones para el ejercicio de intervención en provincias como La Habana, Cienfuegos, Santiago de Cuba para abril o mayo”.

El director del CIM señaló que la institución puede producir alrededor de dos millones de bulbos mensuales para la vacunación.

“En el término de un año, nuestras capacidades productivas nos deben dar alrededor de 20 y 25 millones”, puntualizó y añadió que si el otro reactor con que cuenta el CIM se incorpora a la producción ello debe dar una demanda de 10 millones de dosis de vacunas por mes. Somos una isla que pese al bloqueo económico que padecemos hace más de 60 años con miles de limitaciones en el campo de la salud somos una potencia de hombres de ciencias, de innovadores, Los avances de Cuba en la ciencia y la tecnología se deben al empeño del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz  por el desarrollo, crecimiento y avances de esas esferas.

Su interés por el descubrimiento, el aprendizaje y el conocimiento de la naturaleza en sus diversas expresiones, lo forjó como Hombre de Ciencia.

Desde los inicios de la Revolución, el Comandante supo que la sociedad deseada no sería posible sin el desarrollo científico-técnico que sustentara los cambios económicos, sociales y culturales que incidirían en la transformación de nuestro país.

Fidel concretó su pensamiento en muchas acciones, entre ellas,  la edición de libros científico-técnicos; la formación de miles de científicos; la construcción de una institucionalidad para la ciencia; la creación de centros en todo el país, y muchas otras iniciativas, que contaron con su impulso, diseño estratégico y presencia fundacional que hoy son ejemplo para Cuba y para el mundo.

Colaboración: Lic: Dianisel Ballester Garrido